Cómo ganar dinero por internet
Ingresos pasivos y ecommerce
Ideas y reflexiones sobre diferentes temas relacionados los negocios online, el comercio electrónico, el marketing online y cómo ganar dinero a través de internet.
Voy a intentar dar una visión realista de algunos de estos temas, a partir de mi experiencia, que no es la verdad absoluta por supuesto. No te voy a vender nada, ni te voy a pedir que compres un curso, ni te voy a enseñar el secreto del éxito, ni te voy a ofrecer servicios de consultoría… Simplemente te intentaré dar información que puedes (debes) contrastar en otras fuentes, junto con mis opiniones, puntos de vista o experiencias.
Si has llegado a esta web, probablemente estás buscando información sobre alguna de estas cuestiones:
- Estoy buscando información sobre cómo ganar dinero por internet y sobre los ingresos pasivos, ¿realmente se puede vivir de internet?
- Quiero saber cómo puedo monetizar mi blog, ¿se puede ganar mucho dinero con un blog?
- Quiero poner en marcha una tienda online, ¿cuánto tendría que invertir? ¿cómo sé si va a funcionar la tienda y va a amortizar la inversión? ¿qué pasos tengo de dar para montar la tienda online?
- Tengo una tienda online que no vende, ¿qué estoy haciendo mal?
- Mi tienda online está estancada y no hay manera de aumentar las ventas
Internet y los ingresos pasivos
¿Qué son ingresos pasivos?
Son los que generas sin intervención directa.
Por ejemplo, los intereses del capital que genera tu dinero en el banco, los derechos de autor por ejemplo de las ventas de un libro o de la música, alquilar una vivienda a terceros, tener en propiedad un negocio con un gerente que se encarga de todo…
En todos esos ejemplos hay una inversión inicial (en tiempo, esfuerzo o dinero), pero luego esa inversión genera ingresos por sí misma sin necesidad de dedicación exclusiva.
¿Qué son negocios escalables?
Son aquellos en los que una vez hecha una inversión inicial, el volumen de ingresos puede crecer de forma no lineal con respecto a los costes asociados a la producción.
Un ejemplo de negocio escalable podría ser por ejemplo escribir un best seller, una vez escrito el libro puede llegar a vender millones de ejemplares y el incremento de costes (impresión por ejemplo) que supone pasar de 1000 a 1 millón de libros vendidos quedan muy por debajo del incremento de los ingresos por venta. Si en lugar de un libro en papel, se distribuye como libro digital, imagina el grado de escalabilidad.
Un ejemplo de negocio no escalable sería un servicio que cobras por horas. Tienes un límite de horas al día. Para aumentar el volumen de ingresos tendrías que contratar trabajadores, aumentando costes, etc. Sólo a partir de un determinado volumen de trabajadores (empresas medianas y grandes) se puede llegar a un cierto grado de escalabilidad.
En internet, un ejemplo típico de sistema pasivo escalable podría ser una página de nicho.
Es una página con una temática muy segmentada (nicho de mercado), en la que se recomiendan uno o más productos relacionados con esa temática (por ejemplo: material de buceo deportivo).
Los productos los vende un tercero, pero cada vez que uno de los visitantes de la página compra un producto, el propietario de la web recibe una comisión. Si la página se posiciona bien en buscadores, tiene muchas visitas, estas visitas compran los productos, etc. pueden aumentar los ingresos por comisiones sin que ello implique más trabajo por parte del propietario de la web (escalabilidad).
Idealmente, la web trabaja por ti y te genera ingresos de forma automática. En el mundo real no es tan bonito, pero la idea es ésa.
Realmente hay muchas variantes de negocios pasivos y/o escalables que funcionan en internet, algunas que sólo pueden ser afrontadas por un equipo (una empresa) y otras que puede poner en marcha una persona.
¿Por qué internet?
Los negocios tradicionales necesitan normalmente una fuerte inversión económica inicial (local, maquinaria, equipamiento…).
Los negocios online permiten reducir los costes de inversión inicial y mantenimiento, además de otras ventajas que ofrece un canal como internet, con acceso potencial a todo el mundo, posibilidad de segmentar de forma sencilla, facilidad para automatizar procesos, etc.
En teoría se pueden montar sistemas de ingresos en internet sin gastar dinero (suponiendo que la persona en cuestión tiene ordenador, acceso a internet y poco más, lo básico que podemos tener cada uno en casa).
¿Estás seguro de eso?. Sí, una persona, prácticamente sin inversión económica inicial, puede poner en marcha en internet un sistema que genere ingresos. Esto es real, verdad verdadera, y lo puede intentar cualquiera: abre una cuenta de youtube, crea unos vídeos chulos y virales, consigue millones de visitas.. y a cobrar de Mr. Google… fácil, sencillo y para toda la familia.
Lo mismo se puede aplicar a otras formas de generar ingresos que requieren una inversión mínima.
Pero tú también te habrás dado cuenta de un pequeño detalle: «sin inversión económica» sólo quiere decir sin necesidad de capital inicial (money, pasta). Hará falta mucho esfuerzo, o dedicar mucho tiempo, o tener un talento especial, o tener mucha información (conocimientos), o tener mucha suerte.
Para que la cosa funcione medianamente bien y te genere más de unos pocos céntimos al mes seguramente necesitarás una combinación de algunas de esas cosas y otras más.
Planteándolo de una forma seria sí se puede conseguir ganar dinero en internet, pero no de una forma milagrosa o por arte de magia.
Vale, pero a partir de lo que he visto por ahí me suena todo esto un poco a timo…
Si has estado buscando información sobre ingresos pasivos (cómo monetizar blogs, etc.), posiblemente te ha pasado como a mí en su día: habrás encontrado mucha desinformación, charlatanes, verdades a medias, mucha solución mágica, mucho secreto oculto y todo ello aderezado con un batiburrillo de ideas de autoayuda y similares, y en algunos casos cierto olor a negocio piramidal.
Ten en cuenta que el 99% de las webs que hablan sobre estos temas tienen como objetivo final venderte algo: un curso, un servicio, un producto, una suscripción…
En algunos casos realmente se trata de cosas que valen la pena, pero la verdad es que en otros muchos casos simplemente se vende humo… jugando con esa idea de ‘cambia tu estilo de vida, compra mi curso y podrás ganar mucho dinero a través de internet, te voy a enseñar los trucos, podrás dejar tu aburrido trabajo, decir adiós a tu jefe y despreocuparte de todo lo demás’. Vale, genial… ¿dónde hay que firmar?
Lo cierto es que en el mundo real, como podrás imaginar, las cosas no son tan sencillas. Y si te dicen que con un método, o un curso, o un truco secreto vas a poder vivir sin trabajar te están mintiendo.
Ojo, también hay gente seria que ofrece información muy valiosa sobre su experiencia, los errores que ha cometido, lo que sí les ha funcionado, lo que no…
Realmente hay una serie de pautas o buenas prácticas que conviene conocer y seguir, pero a partir de ahí cada negocio es un mundo y los resultados van a depender de muchos factores. Si hubiera una fórmula mágica que garantice el éxito sería maravilloso, pero hasta donde yo sé eso no existe.
Lógicamente una persona o un equipo con experiencia y conocimientos tendrá más posibilidades de resolver los problemas que surjan a lo largo del camino, pero nunca hay garantías de éxito en ningún negocio.
¿Cuánto puedo ganar? ¿Se puede vivir de internet?
Los ejemplos que se suelen poner de gente que ha triunfado en internet y viven a cuerpo de rey en alguna playa tropical… yo diría que corresponden en su mayoría al grupo de los que tienen un talento muy especial y/o al grupo de los que han tenido mucha suerte (o lo que se dice de estar en el lugar indicado en el momento preciso, o dar un pelotazo).
Éste es un grupo muy muy reducido, y para llegar aquí se tienen que dar muchas circunstancias de cara.
Creo que no es una meta realista para la mayoría de los mortales. No tengo ni idea de las estadísticas exactas, no creo que las conozca nadie, pero vamos a decir que estos privilegiados son el 0.1% de los que lo intentan, probablemente menos.
Hay un grupo más anónimo de gente que vive de internet, digamos con un sueldo más o menos estable, con sistemas de ingresos más o menos pasivos y/o escalables.
Lo de ‘más o menos‘ viene a indicar que no existe ningún negocio pasivo puro: se necesita tiempo y esfuerzo para ponerlo en marcha (inversión inicial), se necesita un mantenimiento, y además las cosas cambian muy rápido, sobre todo en el mundo online, y lo que funciona bien hoy es posible que deje de funcionar dentro de 3 meses (cambios tecnológicos, modas, tendencias, etc.). Este grupo puede ser el 1% por dar una idea de magnitud.
Luego hay un grupo de personas que no viven de internet, pero sí generan ingresos periódicos que les permiten complementar su sueldo, darse algún capricho, etc. Vamos a decir que son el 10%.
Y finalmente hay un 90% de personas que intentan poner en marcha un blog, o un canal de youtube, o una página de nicho, etc. con intención de monetizar y ganar dinero y apenas consiguen cubrir costes o directamente no generan ingresos.
Con cubrir costes me refiero a amortizar al menos el tiempo y el esfuerzo, aparte de los costes de alojamiento, dominio…
Ojo, no hablamos aquí de los millones de blogs personales creados sin intención alguna de monetizarlos, hablo de blogs, páginas, etc.. (sistemas) creados expresamente con la intención de generar ingresos pasivos. Es decir, esos porcentajes serían para dar una idea del ratio de éxito/fracaso.
¿Cuánto se puede ganar?
Es imposible responder a esta pregunta. ¿Cuánto puede ganar un jugador de fútbol?. A todo el mundo le vendrá a la cabeza Messi o Cristiano Ronaldo, pero la realidad es que la inmensa mayoría de los jugadores están en las categorías inferiores y, con suerte, tienen un sueldo normal que les permite vivir del fútbol.
Haciendo bien las cosas se puede tener como meta (que no quiere decir conseguir) llegar a ese 10% de bloggers/youtubers que han intentado poner en marcha algún sistema de monetización y tienen ingresos extra cada mes, o incluso a ese 1% que genera un sueldo que le permite vivir exclusivamente de internet.
Entonces, ¿vale la pena intentarlo?
Depende. En general, yo creo que sí vale la pena, por ejemplo si no tienes trabajo actualmente, o vas muy justo y quieres intentar conseguir algún extra, o estás muy quemado con tu trabajo… cada uno puede tener sus razones. Pero si vas a intentarlo que sea con cabeza y con los pies en la tierra.
Tienes que verlo como una inversión a largo plazo, un riesgo calculado que puede salir bien, regular o mal. La inversión económica puede ser mínima, así que en el peor de los casos sólo perderás el tiempo invertido, pero es tu tiempo, valóralo.
Si funciona medianamente bien, aunque no te vayas a hacer millonario, está genial eso de ver que mientras estás durmiendo tu sistema de ingresos pasivos está trabajando por ti.
Y si consigues llegar a ese grupo de personas que pueden vivir exclusivamente de ingresos ‘pasivos’, la verdad es que sí tiene sus ventajas, sobre todo la libertad a la hora de disponer de tu tiempo.
Pero ten en cuenta que sigue siendo un trabajo, que no hay sistemas pasivos puros, hay que trabajarlos y mantenerlos, y que en cualquier momento pueden cambiar las reglas del juego y dejarte colgado (por eso interesa diversificar y no poner todos los huevos en el mismo cesto)
¿Qué sistemas hay y cuál se adapta mejor a mi perfil?
Como hemos dicho, hay muchas formas de generar ingresos ‘pasivos’ o escalables a través de internet. Voy a comentar tres que son muy comunes (no descubro nada nuevo aquí):
- Marca personal
Es decir, influencer, pero en el buen sentido. - Página de nicho / micronicho
- Tienda online
1.- Marca personal
Básicamente de lo que se trata es de crear una marca personal alrededor de ti y de tus conocimientos en un determinado tema.
La gente se fía de los expertos.
Si yo no sé de un determinado tema recurro a un experto para que me asesore (es decir, lo primero que hago es buscar por internet). Esto es aplicable a todos los campos de la vida, pero es muy habitual por ejemplo cuando vamos a comprar un producto o contratar un servicio.
Buscamos opiniones de expertos o de personas que hayan estado en la misma situación que nosotros, para intentar tomar buenas decisiones, no cometer errores al comprar o para tener una visión de cómo es el producto realmente con sus pros y sus contras.
Crear una marca personal es un proceso a largo plazo. Lo fundamental, creo yo, es ser honesto con tu público para generar confianza.
Si eres realmente experto en una materia puedes explotar ese conocimiento para dar tus opiniones, hacer análisis, resolver dudas, etc.
Hay gente que no es experta en algo, pero sí se puede situar como referente. Por ejemplo personas que están aprendiendo algo nuevo y lo van contando en su blog o en su canal de youtube. O simplemente personas que tienen un carisma especial y caen bien a los demás.
Cada uno tiene que ver cuáles son sus puntos fuertes a la hora de comunicar y de generar esa confianza.
El objetivo a largo plazo es generar una comunidad de seguidores que confían en tu criterio y/o tus conocimientos.
¿Cómo se monetiza la marca personal?
Por ejemplo recomendando productos o servicios de terceros a través de sistemas de afiliación: ganas ingresos a través de las comisiones de venta.
También de forma directa ofreciendo tus servicios como consultor/experto, aunque esta parte no generaría ingresos pasivos.
A través de youtube también se pueden conseguir ingresos por publicidad, aunque esto es sólo representativo si el volumen de público es muy muy grande.
La marca personal puede ser muy interesante y se puede llegar a ganar bastante dinero una vez consolidada. Como inconvenientes estaría por ejemplo que es un proceso a muy largo plazo y hay que tener mucha paciencia y constancia, y por otra parte otro riesgo potencial es que estás muy expuesto, si tienes un problema de credibilidad o no aciertas a manejar bien una crisis de reputación puede tener consecuencias bastante negativas porque todo se basa en la confianza hacia la persona que está detrás de la marca.
Ten en cuenta que la marca personal hay que cuidarla y mantenerla siempre, en ese sentido no llega a ser un sistema completamente pasivo, pero sí puede ser escalable.
2.- Página de nicho o de micronicho
Un nicho de mercado se corresponde con un grupo de clientes potenciales que tienen una necesidad muy concreta, que se resuelve con un determinado tipo de producto o servicio.
Normalmente un nicho hace referencia a un segmento de población (o un segmento de mercado) muy pequeño, muy especializado. Por ejemplo:
- Personas que compran ropa y equipamiento deportivo: segmento amplio de mercado
- Personas que practican surf y buscan ropa y equipamiento relacionado con ese deporte: nicho de mercado
- Personas que buscan una tabla de surf de un determinado tipo o marca: micronicho de mercado
Una página de nicho está enfocada a ese segmento de población que tiene unos intereses, aficiones o necesidades concretas.
Es una página de referencia en la que los usuarios interesados pueden encontrar información útil, consejos de compra, recomendaciones de productos o servicios, comparativas, experiencias de uso…
¿Por qué un nicho o un micronicho?
Porque los grandes segmentos de mercado ya están copados por empresas de ámbito nacional o internacional. La única forma en que una persona o una empresa pequeña puede competir con los grandes es a través de la especialización y aportando un valor añadido (información, opiniones, recomendaciones).
En el caso de las páginas de nicho, la competencia es sobre todo en el posicionamiento en buscadores. Es más fácil conseguir posicionarse para una temática concreta, para un nicho.
La monetización de las páginas nicho viene normalmente a través de sistemas de afiliación, es decir, comisión por venta de productos de terceros relacionados con ese nicho de mercado.
Las páginas de nicho no son incompatibles con la marca personal, hay gente que potencia su marca personal en un contexto relacionado con un nicho de mercado. También hay gente que tiene página de marca y aparte páginas de nicho más anónimas.
En las páginas de nicho no estás tan expuesto, puedes aparecer como ‘el que está detrás de todo esto’, pero en muchos casos no es ni siquiera necesario si la información y los contenidos son buenos.
Al igual que sucede con la marca personal, en las páginas de nicho es muy importante que la información que proporcionemos al usuario final sea veraz y que las opiniones y recomendaciones sean honestas, que den credibilidad y que generen confianza. La mentira tiene las patas muy cortas.
Comercio electrónico – tiendas virtuales
El porcentaje de tiendas online que fracasan posiblemente está (siendo conservadores) por encima del 80%. No es un dato oficial, pero es un indicador que he visto en varias fuentes relacionadas con el sector y creo que se acerca a la realidad.
Vale, ahí seguramente están también todas esas tiendas que están o que estuvieron sin ninguna intención de hacerlas rentables. En España por ejemplo, entre subvenciones, ayudas públicas, desconocimiento de muchos o la política empresarial de ‘estar porque hay que estar, para hacer bulto y aparentar’… En fin, que todas éstas ya estaban condenadas al fracaso y no cuentan para mí.
Vamos a centrarnos en la empresa o emprendedor que decide poner en marcha un negocio online, con ilusión y ganas. Y que ve cómo después de haber invertido mucho dinero (mucho más del que tenía previsto inicialmente), mucho tiempo y mucho esfuerzo, la tienda sigue estancada, sin vender o sin apenas cubrir costes.
Creo que en la mayoría de los casos el fracaso viene del desconocimiento, de la falta de una visión global de todo el proceso o de la desinformación interesada que hay alrededor del comercio electrónico, que hace que muchas empresas o emprendedores se lancen a poner en marcha una tienda online por impulso, porque lo han oído por ahí, o influenciados por ‘charlatanes’ que te venden el éxito por adelantado sin contarte la parte menos idílica.
- Poner en marcha una tienda online con garantías requiere de una inversión económica importante. Los costes iniciales de puesta en marcha (plataforma, diseño, alojamiento..) son normalmente ridículos comparados con la inversión que tendremos que hacer después, en la fase operativa de la tienda, en marketing por ejemplo. Ten en cuenta que si todo va bien, la tienda va estar perdiendo dinero 1, 2 o 3 años hasta alcanzar el equilibrio de ingresos y gastos.
- La decisión de poner en marcha una tienda online tiene que venir después de estudiar y analizar el mercado, ver cuáles van a ser tus competidores, qué puedes ofrecer que no ofrezcan ellos, cuál va a ser el perfil de tu cliente, qué valor añadido le va a aportar el hecho de comprar en tu tienda…
- Y a pesar de tener todo estudiado y analizado previamente, es bastante probable que el rumbo que tome la tienda sea muy diferente del planeado inicialmente, porque el mercado te va a decir día a día qué funciona y qué no funciona. Tiene que haber detrás un equipo con conocimientos y mentalidad abierta y flexible que responda con rapidez a lo que pide tu mercado.
Fíjate que cuando hablaba antes de ingresos pasivos decía que se pueden montar sistemas a partir de una inversión mínima, casi nula. También se pueden montar tiendas online con inversión económica mínima, pero en la tienda intervienen otros factores: hay clientes directos, se mueven productos físicos, hay que tener en cuenta la logística, el stock, gastos de almacenaje, depreciación de existencias… En general, una tienda online juega en otra liga con respecto a los sistemas de ingresos pasivos: tiene necesidades diferentes y ofrece otras posibilidades.
Vamos a suponer que tenemos más o menos cerrada la base del negocio que queremos montar: productos, distribuidores, logística, márgenes, segmento de mercado que queremos alcanzar, presupuesto inicial…
La primera pared vertical que hay que escalar al poner en marcha una tienda online es la de la visibilidad.
Cuando se pone en marcha una tienda virtual (cualquier proyecto online) es como si abriéramos un puesto de helados en mitad del Polo Norte. Nadie sabe que existimos, nadie va a pasar por allí por casualidad, y por supuesto nadie nos va a comprar…
Hacer que nos conozcan y llegar a clientes potenciales va a ser una de las prioridades del día a día de una tienda online.
En esta pared se quedan estancadas la mayor parte de las tiendas online. Si no hay visibilidad no hay visitas. Sin visitas no hay ventas. Sin ventas suficientes la tienda no es sostenible. Es una cuestión de alcanzar una cierta masa crítica que permita alcanzar el equilibrio y seguir creciendo.
De todas formas, en la actualidad hay también un montón de oportunidades y opciones para llegar a nuestros clientes potenciales.
La segunda pared vertical es la competencia (que también está relacionada con la visibilidad)
Por ejemplo en España, Amazon tiene (2016) más del 20% del mercado de comercio electrónico, por lo tanto Amazon es competidor en la mayoría de los segmentos en los que opere tu tienda online, y si no lo es todavía, lo será. Y si no es Amazon, lo serán otras 200 tiendas online que venden al mismo segmento de mercado, incluyendo los negocios que compiten en negro (a través de diferentes plataformas, marketplaces, camuflados como segunda mano, etc. etc.) sin pagar impuestos ni cumplir la legislación..
La única forma de competir con grandes y pequeños creo que es la especialización y la diferenciación.
Especialización, vale, es viable, prácticamente estaríamos hablando de crear tiendas online de nicho, o de focalizar la estrategia de ventas en segmentos muy concretos.
Diferenciación. Aquí es donde es mucho más complicado encontrar ese valor añadido que haga que el cliente elija nuestra tienda para hacer su compra: competir en precio es prácticamente imposible (pan para hoy, hambre para mañana), en la parte de logística de envío también es difícil competir de tú a tú con los grandes o diferenciarse de alguna forma, en la parte de gestión de clientes (trato al cliente, facilitar todo el proceso incluyendo devoluciones, fidelizar…) sí puede haber buenas oportunidades. Volviendo al punto anterior, también la especialización puede ser un factor diferencial si nos convertimos en expertos de ese nicho: damos al cliente toda la información útil que necesita para cubrir su necesidad, y además le ofrecemos nuestros productos que precisamente cubren esa necesidad.
Una vez hemos escalado esos dos acantilados vendrá la parte de defender el castillo y seguir avanzando. El trabajo de optimización en todos los aspectos (usabilidad y facilidad para comprar, estrategia de marketing, atención al cliente en todas las fases del proceso de compra, negociación con proveedores…) tiene que formar parte del día a día del negocio online. En este sentido, las tiendas virtuales (en general) no generan ingresos pasivos, pueden tener un alto grado de escalabilidad pero el trabajo que hay detrás es constante.
Con el panorama que has descrito, ¿vale la pena poner en marcha una tienda online?
Pues lógicamente depende de muchos factores. Lo primero es que hay de desterrar esa creencia de que la tienda se monta con cuatro euros y dos patadas… y a partir de ahí ya veremos si vende o no. Casi te lo digo yo de antemano: haciéndolo así NO, no va a vender.
Una tienda online que quiera tener ciertas posibilidades de éxito se tiene que plantear desde el principio como cualquier otro negocio: haciendo un estudio de mercado y un plan de viabilidad realista, teniendo a un equipo que conozca bien el sector en el que va a operar, que tenga conocimientos de cómo funciona el medio (al menos conocimientos básicos de marketing online y analítica web), que tenga conocimientos financieros (para no encontrarnos con sorpresas desagradables) y con mentalidad abierta para adaptarse día a día a los retos y oportunidades.
La parte positiva es que un negocio online como una tienda virtual puede generar una gran rentabilidad.
En el caso de una tienda online, sin llegar a ser un negocio pasivo y totalmente escalable, puede aprovechar muchas de las ventajas y oportunidades que ofrece internet: acceso a clientes potenciales sin limitación geográfica, posibilidad de una gran segmentación (nichos y micronichos) y personalización de la oferta y el trato al cliente, la tienda trabaja 24 horas al día todos los días del año, nos permite optimizar mejor la gestión de stocks con respecto a una tienda tradicional…
Como resumen: SÍ vale la pena poner en marcha una tienda online, pero de la misma forma en que plantearíamos cualquier otro negocio.